"Quiero que entiendan que el dinero no es lo más importante en la vida,
así que quiero pedirles que me prometan, que en mi entierro, pondran 100 dolares cada uno en mi cajón".
"Así lo haremos padre" Respondieron sus 3 hijos.
El día del entierro pasa el hijo que es médico frente al ataúd y deposita los Cien dólares, luego pasa el Arquitecto y hace lo mismo, por ultimo llega el Abogado y toma los doscientos dólares y le deposita un cheque por trescientos dólares en el ataúd.
Moraleja: Un mal abogado piensa literalmente, no moralmente..
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