Las toxinas son sustancias nocivas para el organismo que circulan por sangre y que se producen por distintas vías. Una de estas vías es la comida; otra es el medio ambiente (el aire que respiramos); la otra es originada por nuestro propio cuerpo.
- Tomar mucho líquido, sobre todo agua. No hay bebida más importante para depurar el organismo que el agua. Además se considera un depurativo del sistema digestivo.
- Yogur natural: sin frutas, ni con cereales. Los yogures frescos tienen probióticos (microorganismos vivos que permanecen activos en el intestino y regulan) que potencian la función de inmunidad.
- Elegir alimentos ricos en fibra. Esto ayudará además a evitar el estreñimiento. Con gran aporte acuoso, equilibran y depuran el organismo, aportan abundantes antioxidantes y nutrientes esenciales, minerales y vitaminas, entre ellas la C.
- Verduras ricas en clorofila: la clorofila es un poderoso depurador y desintoxicador del hígado, páncreas, colon y riñones. Facilita la eliminación de toxinas ocasionadas por contaminantes que provienen del medio ambiente, como los herbicidas, plaguicidas, productos de limpieza, etc. Entre ellas se encuentran las de hoja (espinaca, acelga, rúcula, espirulina, alfalfa).
- Legumbres: fundamentalmente los porotos mung. Poseen una gran cantidad de vitaminas, minerales, proteínas y clorofila, en proporciones equilibradas.
- Semillas: de lino, sésamo, chía, girasol, calabaza.
- Condimentos: ajo.
- Aceites ricos en omega-3: aceite de oliva, de lino, de semillas, favorecen el equilibrio orgánico.
La actividad física regular también ayuda a eliminar las toxinas del organismo.
No permitamos que las toxinas nos invadan el organismo. Sepamos distinguir los alimentos y bebidas y evitaremos enfermarnos.