Grandes mitos de la alimentación (segunda parte)

Grandes mitos de la alimentación (segunda parte)

La alimentación es un tema que ha suscitado un gran interés a lo largo de la historia. Este interés, unido a una cierta ignorancia, han favorecido el desarrollo de numerosos errores y mitos sobre la alimentación, que han provocado injustificadamente un cambio en el comportamiento y en los hábitos alimentarios de muchas personas.

Los alimentos frescos son más nutritivos que los congelados


FALSO: El frío de la nevera o el congelador mantiene las cualidades de los alimentos sin alteración, por lo que un pescado o una carne congelada no te va a aportar menos nutrientes que si los comieras frescos.

Saltarse una comida adelgaza


FALSO: Es un mal hábito. Los especialistas recomiendan realizar cinco comidas al día, de esta manera controlamos nuestro sistema hambre-saciedad, ya que al repartir la ingesta en varias tomas al día no llegamos a la siguiente comida con un hambre excesivo que nos haría comer de más.

El café eleva la tensión arterial


FALSO: Este tipo de bebida contiene cafeína, y por tanto es estimulante, pero relativamente pequeño el efecto sobre la elevación de la tensión arterial frente a otro tipo de nutrientes, como la sal, que utilizada en exceso en la dieta puede ser un factor determinante en las cifras de tensión arterial.

Colesterol, alimentos buenos y malos


FALSO: Los alimentos no son ni buenos ni malos en función de la cantidad de colesterol que contengan, hay más aspectos que considerar. El colesterol es necesario, lo importante es evitar el exceso. De ahí que haya nutrientes como el huevo, donde se demostró que además de contener colesterol, posee proteínas como la lecitina, vitaminas y minerales. Este es un ejemplo claro de considerar al huevo como un alimento malo cuando se ha demostrado que tiene un valor nutricional importante. Es importante preocuparse por la ingesta en exceso de colesterol, pero no podemos condicionar la salud y la mortalidad con este componente, siendo más positivo aumentar la actividad física, limitar el consumo del tabaco y alcohol, etcétera.

Mezclar hidratos de carbono y proteínas engorda


FALSO: Es el fundamento de muchas dietas llamadas disociadas, pero no tiene ninguna base científica. Es muy difícil separar los alimentos en función de los nutrientes que aportan, ya que cada alimento es una mezcla de nutrientes.

Los alimentos que llevan grasas vegetales son más sanos


FALSO: Puede dar lugar a confusión, ya que se puede entender que contiene aceites de oliva o girasol, y de donde provienen es del aceite de coco y de palma, que suelen aumentar más el colesterol en sangre.

Mi metabolismo es muy bajo y por eso engordo


FALSO: Las calorías que necesita una persona sana van en función de la edad, peso y talla, lo que se denomina metabolismo basal; por eso cuanto mayor sea su peso mayor será su metabolismo. Es la masa muscular la que se encarga de quemar calorías, por ello se recomienda realizar ejercicio físico.

Mi exceso de peso es por la retención de líquidos


FALSO: Científicamente, tanto el sobrepeso como la obesidad se caracterizan por un exceso de grasa corporal, y no de líquidos. Por eso se aconseja no usar indiscriminadamente diuréticos sin el control de un especialista, ya que puede ser perjudicial para la salud.

Los nervios me engordan


FALSO: El aumento de peso lo origina una ingesta excesiva de alimentos de alto contenido energético que se ve favorecida en determinados estados de nerviosismo o de ansiedad en determinadas personas.

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