Para llegar a esta conclusión, los expertos decidieron investigar los efectos metabólicos de la rutina, con el objetivo de determinar si el compuesto podría ayudar a perder peso. Así, realizaron diversos experimentos con un grupo de ratones modificados genéticamente para presentar obesidad y con otro grupo de ratones con obesidad inducida por la dieta. Ambos grupos de ratones fueron alimentados con una dieta regular a lo largo del experimento.
Descubrieron, que en ambos conjuntos de ratones, la rutina activaba el tejido adiposo marrón o grasa marrón, lo que condujo a un aumento en el gasto de energía, una mejor homeostasis de la glucosa y a la reducción de grasa.
Teniendo en cuenta que la grasa marrón se activa por el frío, los investigadores creen que la rutina de las moras actúa como un “frío mimético” activando una señalización específica que aumenta la actividad de un gen llamado UCP1 y el número de mitocondrias de la grasa marrón. Esta consecuencia se produjo tanto en los ratones con obesidad genética como inducida por dieta.