- Establece prioridades, y no te preocupes de las cosas que no se pueden controlar, como por ejemplo el clima. Escribe en un papel o agenda electrónica aquello que te preocupa tanto, es la mejor forma de visualizar los problemas y trazar un plan para resolverlos.
- Delega responsabilidades: aprende a decir 'no' a aquello que no se pueda cumplir. El primer paso pasa por respetarte, tener un diálogo interior positivo y amable con uno mismo.
- Intenta ver los cambios como algo positivo y no como una amenaza. Pedir ayuda a los amigos o familiares y, cuando sea necesario, dirigirse a profesionales. Y cuando las cosas se tuerzan intenta sonreír, un simple gesto que puede reducir la tensión y mejor tu respuesta al estrés.
- Apóyate en tus seres queridos. Pídeles ayuda si crees que la necesitas, y no finjas que estás bien, porque la impostura te puede provocar más ansiedad todavía. De hecho, alguien de tu alrededor puede entenderte mejor y quizá compartir tus mismas sensaciones.
- Practica ejercicio físico todos los días de forma moderada. Ya sea un relajante paseo o un entrenamiento que te haga sudar, el deporte te pondrá de mejor ánimo y permitirá a tu cabeza descansar por unos instantes.
- Aprende a relajarte. Una forma de relajación: recostarse sobre una superficie plana, colocando una mano sobre el estómago, y la otra en el pecho. Inhalar aire al mismo tiempo que el estómago se hincha, y exhalarlo mientras el estómago baja. Hazlo de forma lenta, repetir mientras lo haces una frase a modo de mantra puede ayudarte a concentrarte.
- No te automediques, ni para relajarte ni para dormir. Intenta controlar tu tensión con alguno de los consejos que te ofrecemos y seguro que en poco tiempo conseguirás controlar el tenido estrés.
- Desconecta con música. Ponerte unos cascos o subir el volumen de los altavoces mientras cierras los ojos puede ser una gran opción para desconectar del estresante mundo que nos rodea y disfrutar de los poderes de una buena sintonía relajante.
- Duerme lo suficiente. Si no descansas bien sin motivo, consulta cuanto antes con un especialista. Dormir menos de ocho horas o las horas mínimas para que tu organismo descanse puede hacer que tus nivel de cortisol se disparen. Mejorar tu descanso o tomar siestas puede reducirlos.
- Inspira naturaleza. Salir al aire libre y respirar aire puro puede ayudarnos a poner las cosas en perspectiva. Si además aprovechas para practicar alguna actividad o incluso olfatear el aroma de alguna planta de efectos calmantes, como la lavanda, mejor que mejor.
Descubre cómo hacerle frente al estrés
El estrés es un proceso natural que responde a nuestra necesidad de adaptarnos al entorno; pero resulta perjudicial si es muy intenso o se prolonga en el tiempo. Para ello, se deben programar las actividades para evitar que se acumulen y se conviertan en catástrofes. Aquí tienes cómo lograrlo para conseguir hacer frente al estrés: