10 remedios naturales para combatir la anemia

10 remedios naturales para combatir la anemia

La anemia (del griego “alhaima”, falta de sangre) es una condición donde existe una disminución en el número de hemoglobina o células rojas que llevan oxígeno a los tejidos.
Las materias primas requeridas para producir estas células son proteínas, hierro y las vitaminas (ácido fólico y B12) De éstos, el hierro es una de las más importantes.
La anemia puede ser causada por:
Excesivo sangrado en cirugías, sangrado menstruales o intestinales por úlceras o gastritis erosiva, accidentes, rupturas de vasos sanguíneos, hemorroides, etc.
Mala alimentación o enfermedades crónicas (artritis, reumatismo y daño hepático) enfermedades tiroideas, cáncer, enfermedades renales, trastornos gineco-obstétricos, etc.)
Incremento en la destrucción de glóbulos rojos por factores que pueden acelerar este proceso, como: agrandamiento del bazo, reacciones autoinmunes, anormalidades de la hemoglobina o en la forma de los glóbulos rojos, etc.
Entre los síntomas que presentan las personas con anemia se puede mencionar:
• Fatiga
• Dolor de pecho
• Dificultad para respirar con cualquier esfuerzo
• Vértigos
• Memoria pobre, una respiración corta
• Dolor de cabeza,
• Palidez de la piel y las membranas mucosas.
Debido a lo esencial que es el hierro en la hemoglobina, los remedios naturales que se han recopilado buscan proporcionar justamente este mineral al enfermo con el fin de combatir la anemia.
Remedios populares
Remedio #1: En Latinoamérica un remedio tradicional de botica natural es consumir diariamente sopa de lenteja o arveja y se le agrega cebolla mucho mejor.
Remedio #2: Las sopas de ajos también ayuda a combatir la anemia. Para elaborarlo se machacan un poco seis ajos y se fríen en 1/2 vaso de aceite. Cuando se han dorado un poco se le añade dos rebanadas del pan duro y, por último, el 1/2 cucharada de pimentón, ya fuera del fuego para que no se queme. En seguida se le agrega el agua y se deja hervir una media hora a fuego lento.
Remedio #3: La calabaza o auyama es buena, sobre todo para niños anémicos, por lo que se recomienda que las coman en compotas o cremas.
Remedio #4: Preparar un jugo que contenga zanahoria, rábanos, espinaca, nabo y berro los cuales se licúan Se recomienda tomar este jugo una o dos veces al día.
Remedio #5: Consumir frutas como fresas, melocotones, ciruelas pasas, bananas, cerezas, aguacates, higos secos, manzanas, etc.
Remedio #6: Elaborar un jugo que contenga una cucharada de limón, yema de huevo y una cucharada de melaza de caña. Para ello, se debe añadir a la yema de huevo un poco de limón y de melaza. Se debe tomar sólo una vez por día tres veces por semana.
Remedio #7: Mezclar 5 cucharadas de semillas de hinojo en un litro de vino blanco y dejar reposar durante una semana. Transcurrido ese tiempo, colar la preparación y consumir 1 copita al diaria.
Remedio #8: Cortar en pedazos 2 tallos de apio y agregar a una taza grande de leche caliente. Tomar esta preparación una vez al día.
Remedio #9: Lavar, pelar, partir en pedazos y extraer las semillas de una pera y un albaricoque o melocotón. Colocar ambos en una licuadora junto con un vaso de leche. Licuar por unos instantes. Tomar un vaso de este jugo a diario, especialmente por la mañana, durante 10 días.
Remedio #10: Verter un puñado de manzanas finamente rebanadas y 10 g de hojas de toronjil en medio litro de agua hirviendo. Dejar reposar por 10 minutos y agregar el jugo de medio limón, algunos trocitos de canela y una cucharada de miel de abejas. Beber un vaso diario durante 60 días.
Recomendaciones:
Existen algunas recomendaciones muy útiles para evitar y prevenir la anemia las cuales describimos a continuación:
Si sufre de una hemorragia anormal, debe recibir atención médica.
Tome un programa regular de ejercicios suaves. El yoga y los ejercicios respiratorios del pueden ayudar.
Se debe evitar alimentos como el café, té, salvado de trigo, carne de cerdo, cerveza, dulces, bebidas alcohólicas, sodas con cafeínas, picantes, chocolates, etc.
Nota: Este artículo no pretende sustituir un diagnóstico médico, es únicamente informativo. Lo más importante es consultar con un especialista antes de autodiagnosticarse o automedicarse.

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