Marcarles límites, ayudarles a expresar sus emociones y a desarrollar su creatividad son algunas de las claves 'Hay niños que saben usar una tableta pero nunca han hecho una voltereta'
12 consejos para educar en la tolerancia a la frustración
1- Tener unas normas y límites claros en los que los dos padres estén de acuerdo.
2- Respetar los tiempos de los niños, es decir, no tener prisa porque no hagan determinadas cosas, cada uno lleva un ritmo y un proceso madurativo.
3- Enseñar a los niños a esperar y a ser pacientes con las cosas que quieren. "Cuando nos demanden algo, intentar no dárselo siempre inmediatamente. Podemos empezar por una espera de pocos segundos e ir poco a poco incrementándola. Aprenderán a manejar los turnos de espera".
4- Enseñarles que también pueden pedir ayuda, que esa es otra solución cuando se frustran.
5- No sobreestimular a los pequeños. "El niño necesita crecer con una estimulación mínima en un entorno normal, porque el mundo ya es de por sí muy estimulante para ellos"
6- Es importante no sobreproteger pero tampoco ser demasiado permisivos.
7- Hay que dedicar tiempo para gestionar sus rabietas cuando les decimos 'no'. "Es importante educarles en el desarrollo de la creatividad para buscar soluciones y continuar hacia delante"
8- Si la intolerancia a la frustración ya está establecida, puede reaccionar con rabietas o agresividad: "En estos casos, es importante ignorar y no prestar atención a su conducta para que poco a poco se vaya extinguiendo"
9- Si su conducta requiere un castigo, hay que explicar, según la edad del niño, el porqué de ese castigo, en forma impersonal para que así aprenda. "En lugar de 'eres malo', mejor decir 'está mal hecho'"
10- Enseñar a que el niño exprese sus emociones. "Entender qué le pasa y escucharle expresar sus sentimientos ante cualquier hecho frustrante es una ayuda para aumentar su tolerancia a las situaciones desagradables"
11- Es importante que los padres compartan con sus hijos sus actividades diarias, juegos, etc. si acompañamos a un hijo en el procedimiento que realiza, será posible intervenir en el refuerzo y modulación de todas las fases, y no sólo en la evaluación final del resultado.
12- Ser modelos para nuestros hijos cuando juguemos con ellos.
"Crear situaciones donde algo nos sale mal a nosotros como padres. Por ejemplo, que se me caiga un castillo de cubos. Así el niño podrá ver cómo respondemos. Decir en voz alta: 'No pasa nada, lo voy a intentar otra vez'".
Los beneficios de la tolerancia a la frustración
En muchas ocasiones, cuando nuestros hijos se sientan frustrados debemos ayudarlos a manejar la frustración, siendo sus guías, explicándoles cómo recibir esta emoción y manejarla. Si el niño es capaz de tolerar la frustración, de no ser el mejor en todo y de entender que no puede tener todo lo quiera en el momento que quiera, va a adquirir ciertos beneficios.
1- Aprenderá a valorar lo que tiene y será agradecido con lo que le damos.
2- Crecerá aprendiendo a convivir en sociedad, compartiendo con otros niños.
3- Será paciente, porque estará acostumbrado a esperar.
4- Crecerá con buena autoestima porque será capaz de aceptar sus propios errores, viéndolos como oportunidades de aprendizaje.
5- Será valiente porque no temerá el fracaso, por lo que no tendrá miedo a emprender proyectos.
6- Se relacionará mejor con los demás, pues no exigirá que actúen como él piensa, será más flexible y tolerante a la hora de entender las actitudes y opiniones de los otros.
7- Desarrollará su capacidad de resiliencia, es decir, será capaz de salir de situaciones adversas y saldrá fortalecido.