Cuáles son las creencias populares que ya fueron desmentidas por la ciencia?
En esta época, la gripe está a flor de piel. Lavarse las manos, tomar las precauciones adecuadas y cuidar la ingesta vitamínica no es garantía de evitarla.
Sin embargo, es importante estar bien informados para evitar la propagación del virus y prevenir la enfermedad.
1. Un resfriado puede acabar convirtiéndose en una gripe
El resfriado común y la gripe son enfermedades respiratorias, pero las provocan virus distintos, según explicó a The Huffington Post el doctor Kenneth Steier, decano de Educación clínica y profesor de Medicina. Parecen idénticas porque ambas provocan síntomas similares a los de la gripe.
Pero, ¿cuál es la diferencia? La gripe causa síntomas más severos que el resfriado (fiebre, dolor muscular, cansancio extremo y tos seca). Sin embargo, el resfriado común suele provocar secreción o congestión nasal. Además, un resfriado no suele tener complicaciones que hagan necesario acudir al médico. Calculan que, cada año, hospitalizan en Estados Unidos a más de 200.000 pacientes por complicaciones relacionadas con la gripe estacional.
2. La gripe es grave
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) estima que entre un 5 y un 20 por ciento de personas sólo en Estados Unidos se contagian de gripe cada año y que, además, solo en 2015, 146 niños murieron. "Esta ya es una buena razón para vacunarse", recordó Steier. "Las personas que padecen asma o problemas de corazón o que tienen más de 65 años tienen más riesgo de fallecer o de salir mal parados tras una gripe, pues su sistema inmunológico no es lo suficientemente fuerte". Las mujeres embarazadas, por otra parte, también son un grupo de riesgo.
3. Hay que comer poco para acabar con la fiebre
De hecho, el cuerpo necesita lo contrario. "La fiebre es una reacción perfectamente normal que se produce cuando el cuerpo está intentando acabar con un virus como el del resfriado o el de la gripe", explicó Steier. "La fiebre no tiene nada que ver con la cantidad de comida que se ingiere". Hay que beber más líquidos para rehidratarse y mantener un nivel calórico normal para reforzar el sistema inmunológico.