Si tu deseo sexual ha disminuido, o quieres mejorar tu masa muscular y evitar que te salga barriguita, aumentar los niveles de testosterona es una opción a la que cada día recurren más hombres. Te explicamos cómo lograrlo.
El creciente interés por el bienestar provoca que cada día se busquen nuevas alternativas que permitan combatir los problemas de baja producción de testosterona. En primer lugar, una solución estaría en utilizar medicación, para lo que es necesario la aprobación previa de un médico, que valorará los posibles riesgos. Suelen utilizarse dos métodos diferentes: parches y geles que desprenden testosterona, y que se utilizan a diario, o inyecciones intramusculares, que tienen una aplicación más distanciada en el tiempo (incluso trimestralmente).
Otra opción es mantener un estilo de vida saludable, para lo que se debe realizar ejercicio físico para evitar el sobrepeso, que provoca propensión a tener bajos niveles de testosterona; además, realizar ejercicio tanto aeróbico, como anaeróbico, ayuda a estimular la producción de esta hormona. Es aconsejable dormir alrededor de ocho horas diarias para fomentar que el cuerpo produzca más testosterona, así como controlar el estrés.
Además, hay que vigilar los hábitos alimentarios. Entre los alimentos más adecuados para estimular la producción de testosterona destacan:
- Comidas con un elevado contenido en proteínas: entre las que se incluyen la carne baja en grasas (especialmente el lomo embuchado y el jamón serrano), la soja, los lácteos, el bacalao, los cacahuetes, el atún, los guisantes…
- Alimentos ricos en zinc: los que tienen mayor aporte de este nutriente son el chocolate, las pepitas de la sandía, las espinacas, el cordero, las ostras, la calabaza, las setas, los champiñones…
- Productos con mucha vitamina D: como los cereales, el pan, el salmón, la caballa, las sardinas enlatadas, los huevos…
- Otros alimentos muy adecuados son los frijoles por su cantidad de ácido D-aspártico; el ajo, que estimula la producción de la testosterona; el café, las nueces de Brasil, las almendras, o las verduras crucíferas, por su contenido en indol-3-carbinol (coliflor, brócoli, repollo, col…); o las uvas, por contener resveratrol.
Por último, cabe la posibilidad de recurrir a la suplementación, que es la forma más cómoda de tomar cantidades adecuadas de las diferentes sustancias que ayudan a estimular la producción de testosterona, y para lo que también debes consultar previamente con un buen especialista cuál es el más indicado para tu caso, sus posibles contraindicaciones, y su forma de uso adecuada.