Un estudio estadounidense llevado a cabo con ratones plantea que si una persona consume hasta dos bebidas alcohólicas al día podría proteger su cuerpo de las toxinas dañinas del alcohol comiendo de dos a cuatro tomates diarios.
El consumo habitual de alcohol conduce, entre otros, al posible desarrollo de hepatopatía alcohólica y aumenta considerablemente el riesgo de cáncer de hígado. Esto ocurre porque cuando consumimos alcohol, las enzimas hepáticas descomponen el alcohol, pero este proceso causa daños en las células del hígado y aumenta la inflamación que se propaga por todo el cuerpo. Según los expertos, no hay una dosis de alcohol que sea completamente segura e inocua, por lo que la mejor forma de prevenir los efectos nocivos que produce esta sustancia es, sin lugar a dudas, la abstinencia.
Un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Tufts (Boston, Estados Unidos) plantea que si una persona consume hasta dos bebidas alcohólicas al día, podría proteger su cuerpo de las toxinas dañinas del alcohol comiendo entre dos y cuatro tomates a diario. El equipo investigador ha llegado a esta conclusión a través de ratones de laboratorio a los que se administró 100 mililitros de alcohol al día, el equivalente de alrededor de siete bebidas alcohólicas estándar, por un período de cuatro semanas, para imitar el abuso del alcohol entre los sujetos humanos.