Cuando el cura llega a la casa de la anciana, se da cuenta que sobre el órgano que tiene la viejita en la casa, hay un jarrón de vidrio lleno de agua con un preservativo flotando.
El cura no puede creer lo que ve y trata de disimular su asombro ante la señora.
-Perdona hija mía, pero, ¿me podrías explicar qué es eso de allí? (Apuntando al jarrón)
— ¡¡Ahhh, claro que sí Padre!!, ¡¡Es maravilloso!! El año pasado estaba caminando yo por el pueblo y de pronto vi un sobrecito cuadrado tirado en el suelo, que decía en letras muy pequeñas:
"COLÓQUELO SOBRE EL ÓRGANO, MANTÉNGALO HÚMEDO Y PREVENDRÁ CUALQUIER ENFERMEDAD".
-Y es mano de Santo, Padre... DESDE ENTONCES, ¡¡NO HE COGIDO NI UNA GRIPE!!