Un dÃa que fue a visitarlo, durante la cena, la madre no pudo menos que reparar en lo hermosa que era Marta, la compañera de apartamento de su hijo.
Pero él no querÃa que se enterara de que eran pareja porque su madre era muy tradicional y él sabÃa que no le parecerÃa bien ni "decente".
Durante mucho tiempo ella habÃa sospechado que su hijo tenÃa relación con Marta por lo que le contaba y cómo hablaba de ella y, al verla, la sospecha no hizo sino acrecentarse.
En el transcurso de la velada, mientras veÃa el modo en que los dos se comportaban, se preguntó si estarÃan acostándose fuera del matrimonio.
- Mamá, se lo que estás pensando, pero te aseguro que Marta y yo solo somos compañeros de apartamento y amigos de la universidad.
Aproximadamente una semana después de la visita, Marta le comentó al chico que desde el dÃa en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa.
Él le contesto que, eso era imposible y que eso no era propio de su madre, dudaba que se lo hubiese llevado pero que le escribirÃa un mensaje.
Asà que cogió el móvil, se sentó y escribió:
"Querida mamá: No estoy diciendo que tú tomaras el cucharón de plata de servir salsas, pero tampoco estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que éste ha desaparecido desde que viniste a cenar a casa. besos ".
Al rato, el chaval recibe mensaje de su madre que decÃa:
"Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Marta o que no te acuestas con ella, pero el hecho es que, si Marta SE ACOSTARA EN SU PROPIA CAMA, ya habrÃa encontrado el cucharón de plata para servir salsas que está sobre ella. Con todo cariño, tu madre".