De manera inesperada le llega el aroma de su comida preferida:
"¡¡ Unas empanadas de carne caseras recién hechas!!" ... -Para él no había nada mejor en el mundo que las empanadas de su mujer, Manuela.
Con las últimas fuerzas se levanta de la cama, lentamente se dirige al comedor y allí su olfato se inunda de los vapores aromáticos que, desde la masa cocida, rellena de carne y cebolla, emanan en la cocina.
Repentinamente... ¡¡ ZÁS !! un fuerte golpe en la cabeza merma sus facultades, nubla su vista y lo hace desplomarse, doblando sus piernas hasta caer al suelo.
Allí tendido, gira su cabeza sin fuerza, con lentitud, y con ojos vidriosos alcanza a ver confusamente a su mujer con el cucharón de hierro en la mano, que gritando le dice:
---¡¡¡Ni se te ocurra, Paco!!! ... ¡¡¡QUE SON PARA EL VELATORIO !!!