Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de este hospital situado en Copenhague estudiaron casi 29.000 casos de pacientes daneses, que entre 2001 y 2010 habían sufrido un paro cardíaco fuera de un recinto hospitalario. De todos ellos, cerca de 3.400 habían tomado algún AINE durante los 30 días anteriores al episodio, siendo el ibuprofeno el más utilizado (50%), seguido por el diclofenaco (22%).
Tras analizar los resultados, los científicos comprobaron cómo estos pacientes que durante el último mes habían sido tratados con antiinflamatorios no esteroideos –en particular ibuprofeno y diclofenaco–, presentaban un mayor riesgo de paro cardíaco temprano, así como de otras enfermedades cardiovasculares como la enfermedad isquémica del corazón, el infarto de miocardio, o la insuficiencia cardíaca.