Mito: El cáncer es sinónimo de muerte.
Realidad: Hoy muchos pueden curarse si son detectados en un estadio tumoral temprano.
Mito: El cáncer sólo se presenta en personas con familiares que tienen o tuvieron la enfermedad.
Realidad: La patología no siempre es hereditaria. La mayoría de los casos se da en personas que no tienen antecedentes entre allegados. Sin embargo, algunos tipos sí se desarrollan con más frecuencia en ciertas familias que en el resto de la población.
Mito: Tener los pechos pequeños hace ser menos propensa al cáncer de mama.
Realidad: El tamaño de las mamas no tiene relación con la probabilidad de sufrir la enfermedad
Mito: Los corpiños con aro y/o dormir con el corpiño puesto pueden producir cáncer.
Realidad: No existe relación alguna entre determinada vestimenta y el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Mito: El cáncer colorrectal es, por lo general, mortal.
Realidad: Este tipo de cáncer se cura en más del 90% de los casos cuando se detecta tempranamente. Diagnosticado en un estadio más tardìo, es curable en un 60%.
Mito: El cáncer colorrectal es una enfermedad que afecta sólo a los hombres.
Realidad: Este es el único de los cánceres más frecuentes que afecta a ambos sexos casi por igual, aunque es ligeramente más frecuente en los varones.
Mito: El cáncer cérvico-uterino no se puede evitar
Realidad: Se puede impedir su aparición si se detectan a tiempo las lesiones precancerosas en el cuello del útero. Una manera fácil y efectiva para hacerlo es la realización del Papanicolaou (PAP).
Mito: El cáncer cérvico-uterino es un problema de las mujeres jóvenes.
Realidad: Este cáncer afecta principalmente a las mujeres a partir de los 35 años y las probabilidades aumentan con la edad.
Para acceder a más información ver “Mitos y verdades” en la pagina del Instituto Nacional del Cáncer (INC).