- Pues verás con la crisis actual yo me tuve que ir a trabajar al extranjero un par de años y por fin he vuelto. Oye, ¿y a ti cómo te va?
- Ah, pues yo duermo como un bebé.
- ¿En serio?
- Sí, ¡me despierto cada tres horas llorando!
Estaba un borracho tirado en un bar, después de unas horas salió arrastrándose de aquel antro de perdición y se dispuso a tomar un taxi.
- ¡Taxi, taxi! - gritaba el borracho.
Se paró un coche y se subió arrastrándose y le dio la dirección al taxista.
Cuando llegó a su casa se bajó y se fue arrastrando a la casa.
Tocó la puerta y le abrió su mujer que al verlo tirado en el piso le dijo:
- ¡Ay Paco! ¡¡Ya volviste a perder otra vez la silla de ruedas!!