El estudio se realizó de julio de 2005 a julio 2007 con 307 niños de entre 2 y 18 años a los que se les diagnosticó esta patología. De ellos, el 67 % , exactamente 255 chicos, presentaba alguna vulnerabilidad vascular.
Los investigadores hallaron que parte de los pequeños mostraban, en un menor porcentaje, incluso dos o más factores de riesgo: el 17 % aunaban dos, el 9 % tres y un 3 % cuatro o más.
De los 307 casos analizados, 161 eran varones. En este grupo, los menores de 12 años sufrían más obesidad severa que los adolescentes, al contrario de lo que ocurría con el cupo femenino.
No obstante, el factor de riesgo cardiovascular era más común en los adolescentes que en los pequeños, sobre todo en cuestión de triglicéridos y HDL-Colesterol.
Con respecto a las chicas, el HDL-Colesterol sufría más desajustes en las adolescentes que en las niñas. Los hombres, por su parte, tenían más problemas con los triglicéridos.
Otro dato que se desprende del estudio es el del crecimiento del sobrepeso en Holanda durante las últimas tres décadas: desde 1980 a 2009, aumentó de un 5,1 % hasta un 13,3 % en los chicos y de un 7,2 % a un 14,9 % en las chicas.
La obesidad subió aún más, según el informe, ya que en el mismo periodo pasó de un 0,3 % a un 1,8 %, en niños y de un 0,5 % a un 2,2 %, en niñas.