La necesidad obsesiva de sacarse una selfie, definida como "selfitis" según un término acuñado en 2014, es un verdadero problema mental. Esa es la conclusión a la que llegaron psicólogos de la Nottingham Trent University y la Thiagarajar School of Management en India.
Los expertos, en un estudio publicado en el International Journal of Mental Health and Addiction, examinaron el fenómeno y descubrieron que no sólo existe, sino que además presenta tres categorías: la crónica, la aguda y la "borderline".
La "selfitis" se define crónica cuando hay una incontrolable necesidad de sacarse fotos a sí mismo 24 horas al día, posteándolas en Facebook e Instagram más de seis veces al día.
Es "borderline" si se sacan "selfies" al menos tres veces al día, pero sin necesariamente publicarlas en las redes sociales, mientras es considerada aguda si se realizan numerosas fotos a sí mismo y luego todas se publican online.
Para llegar a esta clasificación se realizó un sondeo sobre 400 personas en la India, un país que tiene muchos usuarios en Facebook y que tiene el más elevado número de muertes ligadas a selfies "peligrosas".
Fue realizada también una verdadera y propia "escala de la selfitis", que en 20 afirmaciones a las cuales responder a través de la atribución de un puntaje hasta el máximo de 5 ayuda a encontrar la categoría de esta enfermedad en la cual se entra (la más grave es la crónica).
Entre las respuestas se incluyen frases como "gano mucha atención posteando selfies en las redes sociales" o "hacer selfies mejora mi humor y me hace sentir feliz".
Pero no todos los estudiosos están de acuerdo en el hecho de que la "selfitis" exista, mientras que para otros es solo "dar un nombre" que la hace real.