- Muy buenos días, ¿no es usted la Sra. Rodríguez a quien casé hará unos cuatro años?
—Y ella contestó:
- Efectivamente padre, soy yo.
- ¿E hijos?, ¿ha tenido ya algún niño o alguna niña?
- Pues no padre, lo estamos intentando, pero aún no lo hemos tenido.
- Bueno, no se preocupe, la semana que viene voy a Roma, así que, si quiere, encenderé una vela por usted y su esposo.
— Y la mujer le contestó:
- ¡Oh padre!, muchas gracias, le estaremos muy agradecidos.
Y ambos siguieron su camino.
Años más tarde se encontraron nuevamente y el sacerdote le preguntó:
- Muy bien, padre.
- Por favor, dígame, ¿han tenido niños ya?
- ¡Oh, sí padre!, tres pares de mellizos y dos criaturitas más, este año ya fueron dos... ¡En total tenemos cinco niñas y tres niños!
- ¡Bendito sea el señor!, ¡Qué maravilla!, ¿Y su esposo?, estará contento, ¿no?
Mi esposo lo que está... ¡¡es de camino a Roma, a ver si puede apagar la jodida vela de los cojones!!
Un hombre lee en el periódico y ve un anuncio que decía:
"Se vende Ferrari con todos los extras por 500 Euros".
El hombre se sorprendió y fue a la dirección indicada para ver el vehículo.
Cuando al fin encuentra la casa, observó que quien vendía el coche era una mujer, que lo llevó a verlo y comprobó que era un impresionante deportivo en muy buenas condiciones.
Le pide probarlo para asegurarse de que sí lo está y cuando lo hace efectivamente comprueba que está en perfectas condiciones.
Todo esto le resultaba tremendamente raro y tenía la extraña sensación de que lo estaban timando, pero no encontraba en qué y cuando la curiosidad lo estaba matando le pregunta a la mujer:
- Vera señora, no puedo evitar preguntarme por qué está vendiendo un automóvil tan caro por tan solo 500€
- Pues vera, ... lo que ocurre es que mi esposo se lio con su joven secretaria y se fugó con ella.
Nos acabamos de separar y su abogado me dijo que me podía quedar con la casa y todo su contenido, menos el coche, que le hiciera el favor y que lo vendiera y luego le mandara el dinero ...
Y así lo voy a hacer...