Lo primero que debes entender es que tú, como padre o madre, tienes que dar el ejemplo. Los niños aprenden por imitación, así que, si a ti no te gustan las verduras o no estás acostumbrado a comerlas, te resultará difícil hacer que tus pequeños las coman. Y no puedes exigirles que hagan algo que, a ti, que eres su modelo a seguir, no te agrada.
Por ello, te brindamos algunas sugerencias que harán más placentera la tarea de cocinar y contribuirán a inculcarles hábitos de alimentación desde temprana edad:
- No los amenaces. Lo primero que debes saber es que sólo conseguirás convertir la mesa en un campo de batalla, si recurres a sobornos. Decirles que, si no se comen los vegetales, serán castigados, puede llegar a empeorar las cosas.
- Involúcralos. Permite que participen en las compras y deja que te ayuden en actividades que no supongan un riesgo.
- Que pasen desapercibidos. Mezcla los vegetales con otros alimentos. Recuerda la famosa frase “ojos que no ven, corazón que no siente”.
- Prepáralos de otras formas. Sancochados, al vapor y horneados.
- Diversión. Servirles grandes cantidades generará rechazo. Aumenta las porciones de forma paulatina y utiliza tu creatividad para atraer su interés.