San Pedro vio su archivo y dijo:
-Tu no estás en mi lista.
De modo que el Ingeniero bajó a la puerta del infierno y le dieron alojamiento inmediatamente.
Poco tiempo pasó y el Ingeniero se cansó de padecer las miserias de Infierno, y se puso a diseñar y construir mejoras.
Al cabo de unos meses ya tenían aire acondicionado, inodoros con drenaje, escaleras mecánicas, equipos electrónicos, redes de telecomunicaciones, etc.
El ingeniero se hizo con una muy buena reputación.
Un día Dios le habló al Diablo por teléfono y, con tono de sospecha, le dijo:
- ¿Y qué tal van las cosas por el Infierno?
- Estamos a todo trapo. Tenemos aire acondicionado, inodoros con drenaje, equipos electrónicos y mi nueva dirección de e-mail es: [email protected], y todo esto se lo debo a un ingeniero muy diligente que me ha caído últimamente... .
- ¿QUÉ?? ¿Tienes un Ingeniero? Eso es un error, nunca debió haber llegado allí un ingeniero. Me lo mandas para acá inmediatamente
-¿Estás loco?..... Me gusta tener un Ingeniero en la organización y me voy a quedar con él eternamente.
-¡MÁNDALO PARA ACÁ O TE DEMANDO!! -le gritó Dios.
El diablo, con la visión nublada de la tremenda carcajada que soltó, le contestó a Dios:
- Sí, cómo no, y... solamente por curiosidad, ¿de dónde vas a sacar a un abogado?
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