— Hola, buenas tardes, ¿Ud. tiene v@g1na?
La mujer bastante sorprendida y disgustada le cierra la puerta en la cara sin decir nada... A la mañana siguiente vuelve el mismo hombre y le hace la misma pregunta:
— Buenos días, ¿Ud. tiene vag1nx?
Ella le cierra la puerta en la cara nuevamente.
A la hora que llega su esposo, le cuenta lo que está sucediendo en los últimos dos días.
El marido le dice a su mujer con una voz amorosa y condescendiente:
A la siguiente mañana otra vez tocan la puerta y ambos corren a abrir, pero el marido se detiene y le susurra a la esposa:
— Voy a esconderme detrás de la puerta para escuchar lo que te dice y si es el mismo tipo, quiero que le respondas que sí para saber qué quiere contigo.
— ¡¡Vale!! — dice ella.
Abre la puerta y era el mismo tipo que le pregunta:
— Buenos días señora, ¿Ud. tiene v@g1na?
— ¡Si! — responde ella.
— ¡¡Muy bien !! Pues, por favor, si no le importa, ¿podría decirle a su marido, si es tan amable, que empiece a usar la suya y... ¡¡DEJE DE USAR LA DE MI MUJER!!?