Si se tiene en cuenta la predisposición familiar de cada persona y se consulta tempranamente ante los primeros síntomas, son altas las probabilidades de controlar la enfermedad varicosa y evitar complicaciones.
Se debe llegar a un equilibrio justo entre la observación necesaria, el seguimiento de las normas de prevención y los cuidados que deben tener estas personas.
La prevención es el arma más eficaz en la solución no sólo de los problemas varicosos, sino también del resto de las enfermedades circulatorias. Entre las recomendaciones generales para cuidarse están:
• Mantener un peso adecuado. El exceso resulta francamente perjudicial en quienes sufren enfermedad varicosa, porque los kilos de más representan un esfuerzo adicional para el organismo en todo sentido.
• Evaluar las actividades cotidianas. Las personas que se ven obligadas a desempeñar su trabajo de pie o sentadas están predispuestas por ello a presentar várices ya que se genera un aumento de la presión venosa. Como no se pretende que cambien de trabajo sólo por tener várices, se aconsejan determinadas actividades que son beneficiosas y contrarrestan estos efectos, como la natación y las caminatas.
• Tomar recaudos ante altas temperaturas. El clima muy caluroso produce la dilatación de los vasos sanguíneos y por esto la sangre se ve demorada en su interior. En estos casos los baños de agua fría resultan favorecedores y brindan gran alivio. Cuidarse del sol con cremas protectoras y refrescarse con frecuencia es fundamental para quienes están disfrutando de la playa o la pileta ya que hay que evitar el resecamiento de la piel y bajar la temperatura cutánea.
• Descansar con las piernas elevadas de la línea del cuerpo. Es importante que para un buen descanso de los miembros inferiores, se ponga al dormir sobre algo que eleve la zona de los pies pero de manera tal que genere una línea recta, como debajo de la cama. No serviría sólo la almohada bajo los pies o bajo el colchón porque aquí se estaría ejerciendo presión sobre las pantorrillas y dificultando aún más la presión.
• Tomar aspirina. Un comprimido de 150 mg a la mañana con el desayuno ayuda a mejorar la microcirculación y disminuye la coagulación en venas varicosas y en la circulación en general. Es muy importante es dar aviso al médico de esta ingesta, ya que hay contraindicaciones como gastritis, úlceras y coagulopatías, entre otras.
• No fumar. Se comprobó que cuando una persona varicosa deja de fumar, mejoran también los síntomas originados en las várices.
• Para las embarazadas. Diferentes características de la gestación hacen que sea frecuente que se despierte en la mujer la enfermedad varicosa. Por eso se recomienda que usen medias de descanso para embarazadas, caminen a ritmo suave pero estén activas, reposen una hora de siesta y si es verano, que se apliquen al menos con un duchador agua fría cada tanto, además que eviten el aumento exagerado de peso