— Buenas tardes, ¿puedo ayudarle en algo señorita?
- Sí, mire, yo quería una cama de matrimonio, pero estas que tiene aquí son todas muy bajas y no me sirven, ¿no las tiene más altas?
- ¿Cómo que bajas?, ¡Son las mejores que hay en el mercado, la medida es la justa para que se siente confortable antes de acostarse...!
-Ya verá como no... mire...
-Acuéstese aquí conmigo y verá...
El encargado alucinando y sudando de lo nervioso que estaba, se acuesta con ella y de pronto le dice la mujer:
-¡Cuidado... Viene mi marido!
El encargado nervioso, sin saber qué hacer, salta de la cama e intenta meterse debajo de ella, pero no lo consigue...
Y la mujer le dice:
- ¿Ve...?, ¿ve cómo necesito una cama más alta?