- "Mm... ¿Si...?, ¿quién es?"
Una voz, profunda y distorsionada al otro lado de la línea, responde:
- "La tenemos secuestrada... a su mujer, la tenemos y somos secuestradores muy peligrosos.
El marido hace un corto silencio, abre un ojo, levanta la mirada y responde en voz bien baja:
- "Verá, ella está durmiendo a mi lado en este momento... pero el negocio me interesa..., continúe por favor..."