Van primero la casa de su colega que resulta ser una mansión de la leche, con una colección de coches de lujo y todo tipo de riquezas. El sindicalista argentino dice:
— ¡Jo!, vaya sueldos que les pagan por aquí...
El italiano sonríe y dice:
- ¿Sueldo? no hombre, no... Se acerca a una ventana y dice: - ¿Ves aquella autopista?
-¡¡Si !! — dice el argentino
El italiano se da unas palmaditas en el bolsillo y dice: — Diez por ciento para mi bolsillo...
El español asiente pensativo y continúan con la visita.
Un año después es el quien visita a su colega argentino.
Van primero a su casa, un impresionante cortijo con caballos de pura raza, coches de lujo y todo de lo mejor... El italiano observa impresionado y pregunta:
— ¿No decías que les pagaban poco en Argentina?
— ¡Seguí tu consejo! — dice el argentino. — ¿Ves aquella autopista?
El italiano entrecierra los ojos mirando a lo lejos y responde un poco confundido:
— Eh... no, no la veo.
El sindicalista argentino sonríe, se da unas palmaditas en el bolsillo y le dice:
— Ya ves... 100% para mi bolsillo...