- Buenas tardes, mire, quería un preservativo de esos finísimos y con sabor a fresa... Es que esta noche voy a cenar con la familia de mi novia, llevamos unas semanas juntos y después de esta cena seguro que me la trinco... usted ya me entiende...
Mientras el farmacéutico iba a por el preservativo el joven se queda pensando y dice:
- Bueno, mejor me pone dos, porque esta chica tiene una hermana que no está nada, nada mal, igual cae también... ¡Nunca se sabe!
- Bueno, ...verá, mejor me va usted a dar tres porque la madre es todavía joven y estaa... ¡uff!, además, me han dicho que le suele poner los cuernos a su marido y... ya metidos en materia... usted ya me entiende, ¿verdad? ...
Se marcha a prepararse y más tarde, ya en la cena, el joven se la pasa comiendo sin quitarse la chaqueta, con el cuello subido y la cabeza agachada sin dirigir la mirada ni la palabra a nadie sino es absolutamente necesario.
Al terminar la cena va la chica y le dice:
- ¡Paco!, ¡no sabía yo que fueras tan tímido!
- ¡¡Ni yo que tu padre fuera farmacéutico!!