La investigación, que ha sido realizada por el Centro Médico de la Universidad Rush de Chicago, en Estados Unidos, y publicada en la revista Neurology, ha contado con la participación de 960 personas de entre 58 y 99 años de edad, que han sido analizadas durante un tiempo promedio de 4,7 años. En ese periodo se les realizaron cuestionarios sobre los alimentos que ingerían, y pruebas sobre el pensamiento y la memoria.
En función de la cantidad de verduras de hoja verde que tomaban se separó a los voluntarios en cinco grupos, siendo el mayor consumo 1,3 raciones al día, y el menor apenas 0,1 porciones. Los resultados revelaron que los individuos que ingirieron al menos una ración de estos alimentos cada día presentaban una tasa de reducción más lenta en las pruebas que medían las capacidades de memoria y pensamiento, con una diferencia que, según la Dra. Martha Clare Morris, una de las autoras del trabajo, parece ser equivalente a tener un cerebro 11 años más joven.
Es normal que con el tiempo se vayan degradando las habilidades mentales, es algo propio de la edad y que les sucedió a todos los participantes; sin embargo, este estudio plantea que el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento podría ser más lento si se toma al menos una ración de verduras de hoja verde al día, que equivale a media taza de espinacas, judías verdes, col rizada y acelgas cocidas, o a una taza de lechuga.
Según aclara la Dra. Morris, esta investigación muestra una asociación entre el consumo de verduras y un envejecimiento cerebral más lento, pero no es causal, o al menos no se ha comprobado la relación causa y efecto, por lo que afirma que hacen falta más estudios que corroboren sus hallazgos, pues de ser cierto podría ser una manera fácil de mantener nuestro cerebro joven durante más tiempo.