Nunca tuvieron secretos el uno para el otro, pero había una cosa que la una mujer le pidió a su esposo: nunca mirar en la vieja caja de zapatos, que guardaba en el estante superior en su armario.
El esposo ni siquiera llegó a preguntar acerca de la caja misteriosa... pero una vez, cuando su esposa se enfermó y cayó en cama, decidió contarle el viejo secreto y le pidió llevar la caja al hospital.
El viejo fue a casa, tomó la caja y la abrió. ¡Dentro había dos muñecas hechas a mano y también 100.000€ en billetes de 500€!
- Veras, antes de que nos casáramos, — comenzó a contar la mujer, — mi abuela me contó el secreto para un matrimonio feliz y sin peleas. Ella me aconsejó, que, si yo me enojaba contigo, no tenía que gritarte ni pelearnos, sino callarme y coser una muñeca. Eso me ayudaría a tranquilizarme y pensar en otra cosa.
El anciano estaba conmovido. En la caja solamente había dos muñecas cosidas... parece ser que ella se había enojado con él solamente dos veces durante tantos años de matrimonio.
Él se acercó a ella, la abrazó y la besó.
- Pero dime, ¿Y el dinero, de dónde sacaste tanto? — le preguntó a su esposa.
- Ah... tú te refieres a eso, — dijo ella con una sonrisa — Este es el dinero que gané vendiendo las muñecas.