al llegar San Pedro les acompaña, les muestra un hermosísimo jardín en el paraíso y les dice:
— Sólo hay una regla en el cielo... ¡No pisen nunca a los patos!.
Así que entran al precioso jardín del cielo, y... ¡claro! ...el lugar esta llenísimo de patos.
Es casi imposible no pisar los patos, aunque hacen hasta lo imposible por evitarlos, al tiempo la primera mujer accidentalmente pisa uno.
Y allá viene San Pedro, con el hombre más feo que la pobre mujer haya visto jamás.
San Pedro los encadena juntos y dice:
Al día siguiente, la segunda mujer accidentalmente pisa un pato, San Pedro se da cuenta, y se acerca, trayendo con él a otro hombre extremadamente feo.
Los encadena juntos y les da el mismo discurso que a la primera mujer.
La tercera mujer observó todo esto, y no queriendo ser encadenada a un hombre feo por toda la eternidad, se vuelve MUY cuidadosa para fijarse en dónde pisa.
De alguna manera, se las arregla para pasarse meses sin pisar ningún pato.
Pero un día llega San Pedro con el hombre más hermoso que ella ha visto jamás... San Pedro los encadena juntos sin decir palabra...
La mujer, sin salir de su asombro dice:
— Me pregunto qué habré hecho para merecer que me encadenen a alguien como tú por toda la eternidad...
Y el chico muy cabreado le dice:
— Pues no sé tú.... ¡¡pero yo pisé un puto pato!!