Conoce cuáles son estos alimentos para que evites incluirlos en tu dieta.
#1 Alimentos procesados y comida rápida
Los alimentos procesados son todos aquellos sometidos a un tratamiento para potencializar su sabor, modificar su textura, aumentar su durabilidad e incluso agregar valor nutricional. Contienen altos niveles de azúcar, fructosa, sodio y grasas trans, elementos que pueden causar daño al sistema nervioso, así como aumentar el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.Uno de los ingredientes más nocivos de los alimentos procesados es el glutamato monosódico, usado para potenciar el sabor de los productos. Su ingesta afecta la química del cerebro por la sobreexcitación de sus células. Estudios difundidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) revelaron que su consumo puede provocar desde dolores de cabeza hasta pérdida de memoria.
El glutamato monosódico también afectan la producción de dopamina, una hormona involucrada en el aprendizaje, la motivación y la memoria.
#2 Azúcar refinada
Un alto consumo de azúcares puede acarrear, a la larga, problemas de memoriay en la capacidad de aprender nuevas cosas. Por si fuera poco, también se eleva la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes.De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud y la Fundación Nacional de la Ciencia en Estados Unidos, y publicado por la revista Nature Communications, para que nuestro organismo asimile el azúcar refinada correctamente, es necesario que utilice vitaminas del grupo B y calcio, provocando una disminución de estos nutrientes en el resto del cuerpo, lo que puede ocasionar fatiga crónica, somnolencia y falta de concentración, incluso en cantidades moderadas.
#3 Sodio
Aquí cabe aclarar que no es lo mismo "sal" y "sodio". La sal (cloruro de sodio) es un compuesto que abunda en la naturaleza y se utiliza para dar sabor y preservar los alimentos. Por su parte, el sodio es un mineral, es decir, uno de los elementos químicos que componen la sal.El sodio, por su estructura química atrae el agua. Si se consume en exceso, el sodio agregará agua a nuestro flujo sanguíneo, lo que provoca un aumento en el volumen de la sangre y, a su vez, en la presión sanguínea. La hipertensión causa que el corazón trabaje más duro, dañando la arterias y algunos órganos como el cerebro, riñones y ojos. Según un estudio de la Universidad de Warwick publicado en la revista Hypertension, las personas de la tercera edad que consumen demasiada sal tienen tres veces más riesgo de padecer un infarto cerebral.