— Paco, ya no puedo aguantar más la sed.
— Tranquilo Pepe, que pronto llegaremos a un pozo, ya estamos cerca de un pueblo, mira allí a lo lejos... ¿Ves?, parece que eso de allí es una finca o una granja...
Poco después llegan al pozo, se acercan y comentan:
— Está muy oscuro, pero parece que no se ve agua abajo.
— Espera que tiraré una piedra para ver si tiene agua.
— Pues sí que parece que está profundo, sí...
— Espera que ya llegará, le dice el amigo.
En esto ven bajar una cabra corriendo enloquecida hacia el pozo.
— ¡Paco, mira la cabra esa!, ¡Como corre!
La cabra pasa frente a ellos como un rayo y se tira de cabeza al pozo, y dice Pepe:
— ¡La leche, tío! ... Esa cabra tenía más sed que tú, ¿Eh?
Entonces, aparece un paisano apurado y les pregunta:
— Buenas tardes señores, ¿Han visto una cabra por aquí?
— Sí señor, acaba de tirarse al pozo, pobrecilla, seguro que tenía mucha sed.