Se levanta como puede el tío, mareado perdido y le grita a la esposa:
- ¡¡¿¿Pero qué carajo haces, jodía loca??!!
- ¡¡¿¿Que qué hago??!!, ¡¿Qué es esto?! ¡ha llegado el extracto de la tarjeta de crédito! ¡¡Y mira lo que pone aquí!! ...¡¡Rosemary 1500€!!
¡¡¿¿QUIEN MIERDA ES ESTA ROSEMARY??!!
- No... no cariño que no es lo que tú piensas, estoo... verás, es que Rosemary es una yegua, es que me fui con Paco y esta gente la semana pasada al hipódromo y me dio el avenate de apostar en las carreras de caballos y perdí la cabeza y aposté 1500 euros por Rosemary y perdí, pero nada más mujer, nada más...
- Bueno... por ahí te vas a escapar, pero que no vuelva a suceder, ¿te has enterado?
Mira, y a la semana siguiente estaba otra vez el marido sentado tranquilamente en el sofá viendo la tele, cuando llegó la mujer con una olla inmensa le pegó en toda la cabeza... ,,,,,BLAAMMMM!!! Que le pareció al tío que se le había venido el piso entero encima.
Se levanta de un salto asustado, conmocionado y dolorido y le grita a la mujer:
- ¡¡¿¿Y ahora qué carajo te pasa??!!, ¿Es que has perdido la cabeza?
- Y le responde la mujer:
- ¡Coge el teléfono pedazo de cabrón!... ¡¡¡QUÉ TE ESTÁ LLAMANDO LA YEGUA!!!
Una señora llega a casa de su hija y encuentra a su yerno furioso preparando una maleta para irse de casa y le pregunta:
— ¿Qué pasa Juan? ... ¿Qué estás haciendo?
— ¿Que qué pasa? ¡Mire señora, le voy a decir exactamente lo que pasa!
Ayer le mandé un e-mail a su hija diciéndole que hoy regresaba a casa de mi viaje de trabajo. Llegué a casa y... ¿puede adivinar lo que me encontré señora?... A mi esposa, sí, ¡su querida hija!, con un hombre desnudo en nuestra cama haciendo las cosas que ya se puede imaginar...
Este es el fin de nuestro matrimonio. ¡Yo me largo de aquí para siempre y no quiero volver a verla jamás!
— ¡Cálmate! — dice la suegra. — Hay algo que no me cuadra. Catalina nunca haría una cosa de esas. Yo la eduqué bien y la conozco bastante.
Espera un momento mientras yo averiguo qué fue lo que pasó.
Un momento después regresa la suegra con una sonrisa enorme.
— ¿Lo ves...?, te dije que tenía que haber una explicación lógica y la hay, lo que pasa es que... ¡Catalina no recibió tu e-mail!