Celulitis: qué tipos existen y cómo puedes combatir cada uno de ellos

Celulitis: qué tipos existen y cómo puedes combatir cada uno de ellos

¿Sabías que hay 3 tipos diferentes de celulitis? Cada tipo de celulitis se puede tratar de manera diferente para poder combatirlas de forma eficiente.
Esto es todo lo que tienes que saber sobre la celulitis y sus tratamientos:

Tipos de celulitis

Celulitis suave



Una clase de celulitis suave al tacto. La piel parece levemente ondulada y aparece en zonas donde hay acumulación de grasa (brazos, piernas). Además, este tipo de celulitis puede ir acompañada de «arañitas». La celulitis suave suele aumentar con el aumento de peso o con los años.
¿Cómo combatirlas? Controlando el peso, fortaleciendo los músculos y mejorando la circulación. Los médicos recomiendan perder peso de forma lenta y acompañado de una ganancia en la masa muscular. Puedes complementar con cremas que mejoren la circulación (pero no son mágicas).

Celulitis dura



El anterior tipo de celulitis es muy común en mujeres de entre 30 y 40 años. En cambio, esta clase de celulitis es común en mujeres más jóvenes.
La celulitis dura o sólida suele encontrarse en caderas y parte superior de los muslos. En este caso la piel es granulosa y con hoyuelos (más conocida como piel de naranja).
El tratamiento es más efectivo si se comienza tempranamente. Por supuesto, el ejercicio y la alimentación son fundamentales, pero también puedes acompañar con cremas cosméticas y masajes linfáticos. Son más difíciles de eliminar que la celulitis suave.

Celulitis edematosa



La clase más común de celulitis es la edematosa y, según Hello Magazine, también es la más difícil de tratar. Esta celulitis suele aparecer por problemas de circulación y retención de líquidos. Duele al tacto y la piel es pastosa al tacto. Afecta muslos y rodillas y suele aparecer entre los 20 y los 30.
Para combatirlas es necesario mejorar la circulación y eliminar la retención de líquidos. Para ello es recomendable caminar mucho, nadar o andar en bicicleta. Además, puedes darte una ducha alternando calor y frío y hacer masajes linfáticos. También debes evitar alimentos que potencien la retención de líquidos. El té verde y/o hierbas varias pueden ayudar a eliminar esta problemática.

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