Anoche, en una discoteca de primer nivel, conquisté a una señora madura de 57 años. Tenía buen aspecto y no estaba nada mal, era muy guapa, elegante, distinguida y sin querer, me encontré pensando que quizá tendría una hija preciosa de unos 30 años. Tomamos unas copas más, nos hicimos algunas caricias fogosas y me preguntó si había tenido un "Doble Deportivo". - ¿Qué es eso? le pregunté. - Es un trío con madre e hija, me contestó. - ¡¡¡Le dije NO, muy excitado!!! Tomamos unas copas más y me dijo que esta era mi noche de suerte y fuimos para su piso (pensé para mis adentros si se me haría realidad lo de la hija preciosa que imaginé, ese sólo pensamiento me excitaba más). Llegamos a su edificio, en un barrio muy elegante... Subimos en un ascensor directo a su piso, luego entramos
(se me aceleró el ritmo cardíaco imaginando al monumento de hija que tendría), se quitó los zapatos y los tiró sobre la alfombra. Encendió la luz del vestíbulo, admiré la sala, era todo de muy buen gusto, la decoración, los muebles, la vista... Empezó a desvestirse lentamente y luego gritó:
- Mamá, ¿todavía estás despierta?
Kung Chang llamó a su jefe y le dijo: - 'Jefe, hoy yo no tlabajal, yo esta enfelmo. Duele cabeza, duele panza, duele pielna, no voy tlabajo'.
El Jefe le responde: - 'Kung Chang, realmente hoy te necesito en el trabajo. Cuando me siento así de mal, le pido a mi esposa que tengamos sexo. Eso me hace sentir mucho mejor y puedo ir a trabajar. Deberías probar, te hará muy bien'.
Dos horas después, Kung Chang vuelve a llamar a su Jefe y le dice:
- 'iJefe, no sabel qué dedil! Glacias pol consejo, ya sentilme mucho mejol, enseguida yo il tlabajo.
Felicito mucho, muy linda su casa, muy glande su cualto y muy buena su esposa'.