La evidencia científica en contra de los edulcorantes artificiales no para de aumentar. A las investigaciones publicadas en los últimos años se suman ahora los resultados de una importante revisión de 30 estudios observacionales publicada en el Canadian Medical Association Journal (siete de los cuales fueron llevados a cabo mediante el método científico más valorado: RCT, por sus siglas en inglés de randomized controlled trial, en español, prueba aleatoria controlada).
La conclusión: el consumo de un producto o más al día con aspartamo, un edulcorante ampliamente utilizado en la industria alimentaria, puede provocar ganancia de peso y de contorno de la cintura e incluso hipertensión, mayor riesgo de infarto o mayor prevalencia de diabetes tipo 2.
Curiosamente, el estudio descubrió que los efectos de tomar esta sustancia a corto plazo estaban asociados con un mantenimiento del peso e incluso con la pérdida del mismo, mientras que los efectos a la larga se caracterizaban por todo lo contrario: un aumento en kilos.
Es decir, mientras al principio parecen ayudar a controlar la báscula, en el largo plazo, este edulcorante, sustituto del azúcar en casi todos los alimentos que "adelgazan" producen el efecto contrario.
Es más, en el capítulo en el que los autores explican cómo deben interpretarse los resultados, explican que solo dos de los estudios evaluados reportaban una pérdida de peso a largo plazo y ambos estaban financiados por la industria.
"Creo que existe el prejuicio de que cuando algo tiene cero calorías, existe cero daño", explica a Time Meghan Azad, directora de la revisión. "Esta investigación me ha hecho ver claro que hay en juego algo más que las calorías".
El aspartamo, etiquetado en Europa como E-951, está presente en chicles, pastillas refrescantes del aliento, yogures, cereales, salsas, siropes para el café, agua de sabores, hielo congelados, algunos helados de hielo, medicamentos, bebidas marcadas como light, cero, zero, con 0% de azúcares añadidos...
La revisión de estudios suma más 400.000 participantes en seguimientos que van desde uno a 38 años (en su mayoría 10). Aún así, los investigadores recuerdan que estos resultados de estudios observacionales deben ser contrastados en otros de carácter experimental; además, sería necesario llevar a cabo nuevas investigaciones que comparen los efectos de diferentes edulcorantes y contrastarlos con el consumo de azúcar.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) realizó una evaluación del aspartamo y sus posibles efectos sobre la salud. Esta reevaluación estaba prevista para 2020 en el marco de un protocolo habitual de revisión de productos alimentarios, pero la adelantó a petición de la Comisión Europea por la preocupación que despertaban los resultados de estudios recientes (hubo algunos mas que disparatados que incluso llegaron a afirmar que provocaba cáncer).