- Pero ¿por qué tiembla usted tanto?
- ¡Uff!, verá, es que he oído que la enfermera decía que la operación de apendicitis es muy sencilla y que no había por qué estar nervioso y que todo iba a salir bien.
- ¡Hombre!, Pues claro, todo eso se lo dijo la enfermera para tranquilizarle porque es verdad.
- No, no, si es que no me lo decía a mí,
¡¡SINO AL CIRUJANO!!
Una mujer va al dentista, entra en la consulta y sin decir palabra, se despelota y se despatarra.
El dentista se queda flipando unos segundos y cuando logra articular palabra, le dice:
— ¡¡Se... Señora, Señora!!, ¡que yo soy dentista, no ginecólogo!
Y la señora le contesta:
— USTED LE PUSO LA DENTADURA A MI MARIDO Y USTED ME LA VA A SACAR.
Una mujer, muy guapa, entra en la consulta del médico para hacerse una revisión y el doctor le dice:
— Vamos a ver señora, desnúdese, por favor.
— Pero doctor, me da muchísima vergüenza, yo no me desnudo más que delante de mi marido.
— Bueno, está bien, apagaré la luz.
— ¿Y dónde pongo la ropa?
— Aquí, ...JUNTO A LA MÍA.