Con una muestra de 2.009 personas de entre 9 y 75 años, y con datos recopilados a lo largo de 2013, la investigación concluye que el consumo medio de azúcar total entre los españoles es de 71,5 gramos al día (el 17% de la ingesta calórica), de 38,3 gramos (9,6%) de azúcar intrínseco y 28,8 gramos por jornada de azúcar libre (el 7,3% de la ingesta calórica). Recordemos que el azúcar intrínseco es el de los alimentos que lo contienen de manera natural, como frutas, verduras y leche (si no hay un añadido extra), y para cuyo consumo la OMS no establece recomendaciones de ingesta, por no haber evidencia científica de que sean malos para la salud.
Vientos peores soplan para los azúcares libres, que la OMS recomienda reducir por ser el factor principal del incremento de personas con obesidad y diabetes en el mundo.
Son aquellos azúcares añadidos por los consumidores y fabricantes, a los que se suman tres alimentos que lo contienen de forma natural (miel, sirope, y zumo).
La exhortación es la siguiente: deben representar menos del 10% de las calorías ingeridas o del 5% si queremos beneficios adicionales para la salud. Aunque a la luz de los resultados de la FEN parezca que la tasa de consumo de los españoles no es demasiado alta (7,3%), la cosa cobra otro cariz cuando se accede a la clasificación por edades, donde los niños y adolescentes son los mayores consumidores (en concreto, las jóvenes de entre 13 y 17 años: diariamente, toman el 10,8% de la energía de los azúcares libres). El consumo cercano al 5% de los mayores (entre 65 y 75 años) baja la media.
Estos son los diez alimentos de donde más azúcar añadido se consume en España, según ANIBES:
1. Refrescos azucarados (22,5% del azúcar libre diario total).
2. Azúcar de mesa (17,8%).
3. Pasteles (15,2%).
4. Chocolate (11,4%).
5. Yogur y leches fermentadas (6,44%).
6. Otros productos lácteos (5,99%).
7. Mermelada y similares (3,58%).
8. Zumos y néctares (2,91%).
9. Cereales del desayuno y barras de cereales (2,78%).
10. Otros dulces y golosinas (1,30%).
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