- ¿Te has enterado de que me separé de mi esposa?
- No me digas, ¿Y cómo lo hicieron?
- Con un abogado, él nos ayudó a realizar la repartición de los bienes de mutuo acuerdo, ella se quedó con la casa y yo con el coche...
- ¿Y tus hijos?
- Muy fácil, decidimos que el que se quedara con más dinero se quedaba con los niños.
- Y entonces, ¿quién se quedó con ellos?
- EL ABOGADO....
Mi anciana tía Cristina era una mujer de 93 años que estaba particularmente afectada por la reciente muerte de su marido.
Ella decidió suicidarse y unirse a él en el más allá. Pensando que lo mejor para ella sería acabar rápido con el asunto, buscó la vieja pistola de cuando su marido era Guardia Civil y tomó la decisión de dispararse un tiro al corazón, ya que estaba partido por el dolor de su pérdida.
No queriendo fallar el tiro al órgano vital y convertirse en un vegetal y una carga para sus familiares, llamó al consultorio de su médico para preguntar a dónde se encontraba exactamente su corazón.
El Doctor le contestó:
— Verá doña Cristina, su corazón está justo debajo de tu pecho izquierdo.