Las dietas milagro son una práctica muy común, sobre todo entre las mujeres españolas. El problema es que a medio y largo plazo no funcionan.
Una dieta milagro no es más que aquella en la que te prometen que adelgazarás unos cuántos kilos en poco tiempo (para, después, seguramente recuperarlos, aunque esto no te lo digan). El problema de base es que no generan los cambios de hábitos que deberíamos seguir en un futuro y se tratan simplemente de una solución rápida que tanto nutricionistas como médicos no recomiendan.
Los problemas de las dietas milagro
Solo ofrecen resultados a corto plazo.
¿Quieres un físico realmente cincelado de cara al futuro? Es simple, cambia tus hábitos y haz ejercicio físico de manera regular. La mayoría de las dietas de moda explican que solo debes mantenerlas por períodos cortos de tiempo, lo que significa que cuando vuelvas a tus hábitos alimenticios habituales, tu peso volverá también, debido al efecto rebote que se producirá y que hará que incluso ganes más kilos.
No generan un cambio de hábitos.
No puedes esperar perder peso y no recuperarlo si no cambias tus comportamientos alimenticios y hábitos permanentemente. Es como cepillarse los dientes una vez al mes y no tener caries en tu próxima visita al dentista. No es probable. Sin embargo, cuando te enfocas en aprender prácticas saludables para toda la vida, como el control de porciones o comer solo cuando tienes hambre física (y no emocional), es cuando comienza el verdadero cambio.
Te engañan.
Hasta cierto punto. Lógicamente, una dieta de 800 calorías si estás acostumbrado a meterte 3.000 entre pecho y espalda hará que pierdas peso, pero no siempre sucede así, además de los problemas de salud que puede conllevar hacer esto. No se trata de perder 10 kilos en 3 semanas, sino de perder medio kilo semana a semana, con control y si puede ser, bajo la supervisión de un nutricionista.
No pierdes grasa. Cuando ponemos al cuerpo en un estado de fuerte demanda calórica, primero consumirá los hidratos de carbono y las grasas…pero después irá a por las proteínas, lo que significa que corres un gran riesgo de perder masa muscular. Además, normalmente es la pérdida de agua la que se está registrando en la báscula de un día para otro, por lo que no te puedes fiar en absoluto.
No promueven salud.
Salud es comer frutas y verduras, proteínas magras, hidratos de carbono complejos o grasas saludables como las provenientes del aceite de oliva o los frutos secos. Tomar batidos détox no es salud. Perder peso generalmente es bueno para el bienestar general, pero si faltan nutrientes esenciales en tu alimentación, las carencias se harán notar tarde o temprano.
No abordan el problema.
¿Tienes un problema con los atracones nocturnos? Pues empieza comiendo alimentos que sacien el hambre, no una dieta líquida o carente de nutrientes. Son formas ineficaces de perder peso, ya que como hemos dicho antes, no solucionan un cambio de hábitos a largo plazo. Quitar un grupo determinado de alimentos no es la solución al problema. Si buscas una pérdida de peso saludable a largo plazo, las dietas de moda no son el camino a seguir.