Al depurar nuestro hígado nuestros niveles de energía aumentan, así como nuestras ganas de realizar actividades físicas, levantarnos antes y ser más productivos.
Si bien una limpieza hepática es un método efectivo para bajar de peso, no debe usarse de manera inadecuada o sólo para tal fin. Antes de realizar el tratamiento es bueno que hables con un médico y que te informes sobre los ingredientes que puedes o no consumir. Recuerda que no sirve para curar enfermedades o complicaciones hepáticas. Y no abuses de la limpieza porque tampoco es bueno para tu salud. Si la quieres repetir, espera un tiempo prudencial para hacerlo.
¿Cómo limpiar el hígado?
Zumo de naranja, ajo y aceite de oliva: lo que necesitas es una cuarta taza de aceite de oliva, una cuarta taza de zumo de naranja recién exprimido, media cucharada de jengibre rallado y media cucharada de ajo picado. Bate en la licuadora y bebe antes de ir a dormir. Acuéstate del lado derecho. Se debe repetir durante tres noches seguidas.
Recomendaciones:
Como últimas recomendaciones: reduce las porciones que consumes, evita el alcohol, la carne roja, los lácteos y los productos refinados, bebe suficiente agua y realiza una rutina de ejercicio moderada.