Chistes Geniales: 3 sobre infidelidades

Chistes Geniales: 3 sobre infidelidades

El director general de un banco se preocupaba por un joven director estrella que después de un periodo de trabajar junto a él, sin parar nunca, ni para almorzar, empieza a ausentarse al mediodía.
Entonces el director general del banco llama al detective privado del banco y le dice:
-Siga a López una semana entera, no vaya a ser que ande en algo malo o "sucio".
El detective cumple con el cometido, vuelve e informa:
“López sale normalmente al mediodía, toma su coche, va a su casa a almorzar, luego le hace el amor a su mujer, se fuma uno de sus excelentes habanos y vuelve a trabajar”.
El director responde:
-Ah, bueno , menos mal, no hay nada malo en todo eso!!!!.
Luego el detective pregunta: “¿Puedo tutearlo, señor?”.
Sorprendido, el director responde: “Claro que si, como no…”.
Y, entonces, el detective le dice:

-Bueno, te repito: López sale normalmente al mediodía, toma tú coche, va a tú casa a almorzar, luego le hace el amor a tú mujer, se fuma uno de tus excelentes habanos y vuelve a trabajar”.




Un hombre estaba sentado tranquilo leyendo su periódico cuando su esposa, furiosa, llega de la cocina y le revienta un sartenazo por la nuca… ¡Zaaaas!
– ¡Por Dios! ¿Qué te pasa? Carajo…..
– Es por el papelito que encontré en el bolsillo de tu pantalón con el nombre de “Marylou” y un ¡¡ número…!!
– * Amorcito:… ¿te acuerdas del día que fui a la carrera de caballos?
Pues sí, Marylou era el caballo al que aposté, y el número es cuanto estaban pagando por la apuesta.
Satisfecha, la mujer se retiro pidiendo 1001 disculpas…
Días después, allá estaba EL nuevamente sentado cuando ¡ZAS!!! recibe un nuevo golpe, esta vez con una olla a presión. Mas espantado que sonso todavía, él le pregunta:
– ¡CARAJO!!!!!!! ¿Qué fue ahora???

– ¡¡¡¡ Tu caballo está al teléfono preguntando por ti…!!!




Un tipo le dice a un amigo:
Estoy preocupado. Mi esposa se distrae y pierde el interés cada vez que hacemos el amor .Y no sé qué hacer….
-¡Pero hombre! – responde el otro –
-¿Sabes que a mi me pasaba lo
mismo con mi mujer? Lo que hice una vez, fue que, cuando estábamos
haciendo el amor y noté que estaba perdiendo el interés, saqué mi
pistola y eché un tiro al aire. ¡Del susto, mi mujer se excitó de nuevo
y terminamos, es genial. Haz la prueba.
Toma, te presto la pistola.
Al día siguiente se encuentran los dos de nuevo.
– ¿Y qué? Cuéntame! ¿Cómo te fue con mi técnica?
– ¡Ni me hables! – responde el otro espantado…
Resulta que Estábamos haciendo el 69
y cuando vi que mi mujer estaba desanimándose, saqué la pistola y eché un
tiro al aire.
Del susto, mi mujer me cagó la cara, me mordió una bola y,
para completar…

del closet salió un cabrón desnudo con las manos arriba
pidiendo perdón!


 

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