disgusto, la señora acepta que pase primero el joven.
En el confesionario, el cura pregunta:
- Bueno hijo, y ¿a qué te dedicas?
- Soy acróbata en un circo.
- Ah, que bien... ¿Podrías hacerme una demostración?
El joven, se manda unos ejercicios por encima de los bancos y un par de
saltos mortales con doble tirabuzón.
Cuando le toca el turno a la señora, el cura pregunta:
- Dime hija, ¿Has pecado?
Y la señora responde:
- Bueno, viendo las penitencias que pone le diría que no.
Al cabo de un tiempo, Adán le dice a Dios:
- Dime, Dios, ¿Por que hiciste a Eva tan agradable?
- Para que te encontrases a gusto con ella.
- Ah... y dime, ¿Por que la hiciste tan bella y tan sexy?
- Para que te pudieses enamorar de ella.
- Ah... y dime, ¿Por que la hiciste tan tonta?
- Para que ella también se pudiese enamorar de ti.
Esto es una monjita que iba hacia Sevilla, y se le estropea el coche. Se pone a
hacer auto-stop y para un camión que también va a Sevilla y la lleva.
Una vez dentro, la monjita empieza a mirar al camionero y piensa: "Este camionero no
esta nada mal".
Total, que empieza a lanzarle miradas provocadoras e
insinuantes. El camionero, que no tiene reparos a la hora de echar un kiki, se
detiene en la cuneta y se ponen a la faena. Cuando terminan vuelven a la
carretera. La monjita comenta entusiasmada:
- Cuando llegue a Sevilla y le diga a la madre superiora que he echado tres
polvos con un camionero, se le va a poner una cara...
El camionero la mira extrañado y le dice:
- Pero, hermana, si solo hemos echado uno.