Tres Chistes Geniales para partirse de risa

Tres Chistes Geniales para partirse de risa

En el paraíso se encontraban Adán y Eva. Adán siempre salía a trabajar y
llegaba tarde, todos los días era la misma historia.
- "Como estoy solo debo hacer todos los trabajos y me toma mucho tiempo"
decía Adán.
Eva comenzó a sospechar que andaba merodeando a otra mujer y le dijo:
- Estas con otra y lo sé todo.
Adán riéndose a carcajadas le dijo:
- Estas loca, tu eres la única mujer en toda la creación, y se fueron a dormir.
A media noche Adán se despierta abruptamente al sentir que algo punzante le
pinchaba el pecho en varios lugares y ve a Eva sobre él y le pregunta:
- ¿Qué haces?
Y ella le contesta:
- ¡Contándote las costillas!


Llegan tres hombres al infierno: un americano, un hindú y un español. El
diablo les dice:
- Les daré una oportunidad de ir al cielo. Aquel que aguante tres latigazos
míos se podrá ir. Antes de los latigazos podrán ponerse lo que quieran en la
espalda, ¡A ver si los aguantan!
Los hombres aceptan. Primero va el americano, coge una enorme piedra y el
diablo, al primer latigazo, la rompe. El americano grita desesperado:
- ¡Me quedo! ¡Me quedo!
Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada. Dice el diablo
asombrado:
- ¡Éste si que tiene dos cojones! ¿No te vas a poner nada en la espalda?
- No, ¡sólo necesito meditación!
- Bueno, como quieras...
Da el primer latigazo y el hindú sólo gime un poco, el segundo latigazo y el
hindú tranquilo, da el tercero y el hindú fresco como una lechuga. El diablo le
dice:
- Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
- Sí...-dice el hindú - Pero antes quiero ver al español, que siempre gana en
los Chistes... Quiero ver con qué mariconada sale...
El español se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que el diablo dice:
- ¿Tú tampoco te pones nada?
- ¿Puedo ponerme lo que quiera?
- ¡Lo que quieras!
- ¡A ver, hindú cabrón, VEN AQUÍ!


Durante un juicio por corrupción política, el fiscal interroga al testigo:
- ¿Es cierto que Ud. recibió una cantidad muy importante de dinero
para obstruir la investigación?
El testigo con la mirada perdida se mantenía en silencio.
El fiscal creyendo que no le había oído repite la pregunta:
- ¿No es cierto que Ud. recibió una cantidad muy importante de dinero para
obstruir la investigación?
El testigo con la mirada perdida seguía en silencio. Finalmente el juez se
dirige al testigo:
- Por favor, responda a la pregunta!!!
- ¡Oh!, Perdón creí que el fiscal se dirigía a usted, Sr. Juez.

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