El rabino baja de su auto y auxilia al cura que está un poco aporreado.
- Padre, ¿está bien?
- Sí
- ¿Seguro?, revísese bien.
- Si, estoy seguro.
- Gracias a Dios. Bueno, esto hay que festejarlo.
Saca una botella de whisky importado , de buen añejado y le ofrece un trago al cura, quien acepta gustoso para pasar el susto.
- Estamos bien, ¡¡¡ gracias a Dios !!!
El cura toma.
- Que alegría que estamos bien, padre, tome otro más.
El cura pregunta extrañado:
- Rabino, ¿usted no toma?
- No, yo espero a la policía.
Un anciano entra al confesionario y dice al cura:
- Padre, tengo 80 años, estoy casado, tengo cuatro hijos y 11 nietos, y anoche tuve una aventura. Hice el amor a dos chicas de 21 años ... a las dos, dos veces.
- Bueno, hijo mío, ¿Cuál fue la última vez que te has confesado?
- Nunca padre, soy judío.
- Entonces, ¿Por qué me estas confesando esto?
- ¿Confesando, padre?