Dos Chistes Geniales para morirte de risa

Dos Chistes Geniales para morirte de risa

Un agente viajero llega a una pequeña población, y al tratar de alojarse, encuentra que hay un solo hotel. Entra y de inmediato es atendido por la recepcionista:
-Buenas noches señor, lamentablemente no tengo habitaciones disponibles por ahora; lo único que le puedo ofrecer es una cama en una habitación compartida con...
-Si no hay más, la tomo.
Interrumpe el hombre conforme con lo que le ofrecen.

-De acuerdo señor, pero déjeme decirle que en esa habitación hay un problema...
-Bien, ¿Cual es el problema? -pregunta el viajero rascándose la cabeza.
-Es que su compañero de habitación, ronca toda la noche, y ronca muy duro...
-No importa, la tomo de todas maneras. Deme las llaves...
Al día siguiente cuando el viajero pasa por la recepción, la recepcionista le pregunta:
-¿Que tal noche pasó? ¿durmió usted bien?
-Perfectamente, dormí muy plácidamente.
-Y... los ronquidos de su compañero de habitación? -Insistió la recepcionista.
-Eso no fue problema, el no roncó. Tan pronto entré a la habitación lo saludé, me presenté;
le di un besito en la frente, le apreté un glúteo, el hombre abrió los ojos desmesuradamente, y así con los ojos bien abiertos y el trasero pegado a la pared, pasó toda la noche...

no roncó... casi ni respiró...!


El JUEZ INTERROGA a la VIEJITA indefensa:
- ¿Cuál es su edad, señora?
- Tengo 86 años.
- ¿Podría decirnos, en sus propias palabras que fue lo que sucedió?
- Allí estaba yo, sentada en la mecedora del porche de mi casa en una agradable noche de primavera, cuando un JOVEN se ACERCO y se sentó junto a mi.
- ¿Usted lo conocía?
- No, pero él se mostró bastante amigable.
- ¿Qué sucedió después de que él se sentó?
- El comenzó a ACARICIAR mis PIERNAS.
- ¿Usted lo detuvo?
- No, yo no lo detuve.
- ¿Por qué?
- Me sentía muy bien, nadie me había hecho eso desde que mi esposo murió hace 30 años.
- ¿Qué sucedió después?
- El comenzó a ACARICIARME los SENOS.
- ¿Usted lo detuvo entonces?
- No, yo no lo detuve.
- ¿Por qué?
- Bueno, señor Juez, sus caricias me hicieron sentir VIVA y EXCITADA. No me había sentido así en muchos años.
- ¿Qué sucedió después?
- Bueno, yo me estaba sintiendo tan caliente y excitada que simplemente abrí mis piernas y le dije: HAZME TUYA JOVENCITO, tómame, hazme el amor.
- ¿Entonces, él la tomó?
- No. El sólo gritó Feliz Día de los INOCENTES!! ...

y fue allí cuando le DISPARÉ al hijo de su p... madre.


Únete a Salud y Humor!