El día del examen entrega la orina de su esposa.
A la semana en el trabajo los forman a todos en la puerta del jefe, y el los hace pasar de uno por uno. Al primero solo le dijo, está despedido, al segundo, siga trabajando, al tercero, está despedido, y así sucesivamente, dependiendo de la persona.
Pero cuando entra Juan le dice, ¡Felicidades!, y el muy animado contesta:
- ¿Me va a dar un aumento?
- No.
- Entonces ¿por qué me felicita? - Porque está usted embarazado y despedido.
Compártelo! Alegrale el día a alguien!