La vitamina A propiamente dicha es el retinol, pero también existen otras moléculas denominadas carotenoides, que funcionan como pro-vitamina A, ya que se transforman en esta en el intestino e hígado. El más abundante es el β-caroteno con la particularidad de ser hidrosoluble.
Al ser una vitamina liposoluble, puede acumularse en los tejidos provocando toxicidad y dando lugar a alteraciones dérmicas, visuales, óseas y trastornos teratogénicos (malformaciones del feto).
Funciones de la vitamina A
- Participa en el desarrollo y queratinización epitelial y colabora en el crecimiento óseo y celular: mantenimiento de dientes, y de tejidos óseos y blandos, así como la piel.
- Produce un tipo de pigmentos imprescindibles para el correcto funcionamiento de la retina y una correcta visión.
- Interviene en procesos de reproducción y de inmunidad. También se recomienda en la lactancia y el embarazo, ya que favorece la reproducción y que el embrión se desarrolle de manera normal.
- Se considera elemento protector frente a procesos oncológicos.
Fuentes alimentarias de vitamina A
- Como retinol: carne (fundamentalmente hígado y riñones), mantequilla, leche, queso, huevos nata.
- Como β-caroteno: vegetales verdes y coloreados: zanahorias, brócoli, espinaca, col, batata o lechuga.
También se encuentra en:
- Melocotón, melón, mango, albaricoque, calabaza.
- Guisantes.
- Bacalao (aceite de hígado).
Recomendaciones diarias de Vitamina A:
800-100 µg Equivalentes de Retinol/día en adultos.
Consecuencias del déficit de vitamina A
Cuando una persona tiene deficiencias en su organismo de vitamina A, puede notar una pérdida de visión, especialmente en situaciones de luz tenue o de noche.También puede sufrir un debilitamiento de su sistema inmune que le hace más propenso a las infecciones, e incluso problemas en los epitelios de las vías respiratorias.