Esta vitamina se destruye con facilidad por la luz, el calor y el oxígeno hasta valores entre 90-100% del contenido total. Por este motivo, la cantidad de vitamina C es especialmente rica en vegetales de consumo en crudo y de manera inmediata: frutas y ensaladas. Un zumo de naranja natural expuesto a la luz y el oxígeno del aire, si no se consume de inmediato, pierde casi toda la vitamina C.
Su deficiencia da lugar a una patología denominada escorbuto, que fue endémica durante la edad media en los países nórdicos.
Las personas fumadoras tienen las necesidades de vitamina C aumentadas.
Funciones de la vitamina C
- Participa en reacciones de oxidación celular, por eso, es un componente antioxidante de la alimentación.
- Colabora en la formación de colágeno.
- Es necesaria para la cicatrización y la integridad celular.
- Colabora en la conversión del ácido fólico y la absorción del hierro en el intestino.
- Participa en reacciones neurológicas.
- Participa en el sistema leucocitario y previene infecciones respiratorias.
- Colabora en el correcto mantenimiento de las mucosas.
Fuentes alimentarias de vitamina C
- Cítricos y sus zumos, naranja, limón, pomelo...
- Fresa, fresón, kiwi, albaricoque, melocotón, pera, manzana, melón, tomate.
- Vegetales foliáceos (de hoja verde), brócoli, espárrago, col, pimiento.
- Patata.
Recomendaciones diarias de Vitamina C:
Alrededor de 50-60 mg/día en adultos.